domingo, 4 de marzo de 2012

MAGIA PURA

La "casa de día" donde Chabelita y otros adultos mayores pasan sus mañanas contándose historias los unos a los otros, sólo funciona entre semana. Para que mi hija pudiera visitar a la abuelita que tan profunda huella dejó en su memoria un año atrás en una visita escolar, tuvo que volarse la escuela acompañada por su mamá. Sin duda aprendió más con esta actividad que con el plan que la SEP tenía para ella ese viernes. Cuando llegamos, los abuelitos estaban tomando clase de yoga con un maestro- más viejito que todos los alumnos- que sostenía con la espalda muy derechita un turbante blanco. Pregunté a la trabajadora social cuál de todas las señoras era Chabelita y nos llevaron con ella. Tardaron en reconocerse. La clave fué :"Yo soy la niña que te enseñó a jugar ajedréz el año pasado".
Se dieron un primer abrazo y se fueron a platicar al jardincito.Yo platiqué con la directora de la casa mientras tanto y me dijo que les hacían falta voluntarios que fueran a pasar tiempo con los abuelitos y a hacer algo importantísimo: escucharlos.
Después de 20 minutos, mi hija y Chabelita regresaron emocionadas . "¡Mami, Chabelita conoció a tu mamá!"  Yo casi me desmayo cuando Chabelita, que vivió de niña en la misma calle que mi mamá, empezó a mencionar los nombres de todos mis tíos. ¿Qué probabilidades había de que, en una ciudad tan grande como esta, una niñita, alumna de una de las miles de escuelas primarias que hay, visitara uno de los cientos de asilos, conectara con una abuelita en particular, quisiera volver a verla un año después y resultara que había conocido a todos sus antepasados recientes? Seguimos conversando y muy orgullosa, Chabelita nos contó que ella fué una manicurista muy famosa y que mi mamá iba a arreglarse al salón donde ella trabajó muchos años. La directora de la institución nos invitó a comer entomatado de res y frijolitos. Nos quedamos. Chabe nos contó un capítulo triste de su vida que por respeto no voy a repetir, y luego le dimos un aventón a su casa, a ella y a otras señoras que vivían por el rumbo, porque justo ese día se había descompuesto el camioncito en el que los llevan y los traen de sus casas y tenían que irse como pudieran. Fué muy divertido porque no cabíamos en la camioneta y como venía manejando un amigo, mi niña y yo nos tuvimos que ir en la cajuela.
Antes de irnos, Chabelita se encargó de presumirles a todos que esa niña tan linda se había acordado de ella un año después y había querido ir a visitarla.
Si alguien de ustedes vive por el sur de la Cd. de México, está interesado y tiene la posibilidad de escuchar y dedicar tiempo a los abuelitos mándeme un tweet a @tiare_scanda y vemos cómo le hacemos...Y si no viven en el sur, tal vez saben de un asilo que les queda cerca y al que podrían acercarse a preguntar qué necesitan. Yo hice una canción para uno de mis shows que se llama "Anciano Blues", aquí comparto unas estrofas con ustedes:

No puedo fumar tabaco
no puedo tomar café.
¿De qué se trata la vida, dígame usted?
No puedo ponerle grasa, 
no puedo ponerle sal,
por eso la comida sabe tan mal.
No puedo bañarme solo,
me caigo seguido y lloro, 
estoy sordo de un oído,
tengo el hombro dolorido.
CORO
Como te ves me vi, 
como me ves te verás.
Más vale que seas amable o lo pagarás.
Como te ves me vi, 
como me ves te verás.
Si no tienes quien te quiera, 
ahorra para la enfermera.
Si no tienes quien te quiera,
ahorra pa la enfermera.

 ¡Tratemos a los viejos como esperamos que nos traten a nosotros si llegamos a viejos!

2 comentarios:

  1. Que hermosa experiencia y qué cierta canción :)

    Abrazos

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  2. Me recordó mucho a la canción de Gerardo Peña "Los abuelos" recomendada para escuchar y reflexionar al respecto...saludos.

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